domingo, 31 de agosto de 2014

ACERCA DEL SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN UNIPLURIVERSIDAD

     





        CARACTERÍSTICAS:

1. Pertenencia a un grupo de Investigación:

Nombre del Grupo :  UNIPLURIVERSIDAD                                            
Coordinador del Grupo: Félix Berrouet Marimón
Teléfono:   2195737 - 3148816437
Correo electrónico: felixrberrouet@gmail.com

2. Integrantes

DOCENTES COORDINADORES DEL SEMILLERO Y DEL CURSO DE FORMACIÓN EN INVESTIGACIÓN
 Nombre  Correo

Clara Lucía Grisales Montoya
cronotopos2001@yahoo.es
Cesar Augusto Naranjo Franco cfranco2007@hotmail.com
Juvenal Eliecer Tabares Duque eliecertd@yahoo.com
Sergio Andrés Castaño Cano chechoudea@gmail.com

ESTUDIANTES Y EGRESADOS

Nombre
Correo

Yuliana Monsalve Ruíz
yulix_13_@hotmail.com,
Paola Andrea López laprince19@hotmail.com,
Luz Adriana Foronda nana-8528@hotmail.com,
Natalí Gallego Villegas nataligallego@gmail.com,
Jaiber Misas Álvarez jaibermisas@udea.edu.co,
Carolina Cardona Orrego carito0291@gmail.com,
Katherine Monsalve Bedoya ckties14@gmail.com,
Xiomara Meneses Cano xiomara_meneses@hotmail.com,
Diana Patricia Caro Naranjo dianapatriciacaro17@gmail.com,
Maritza Yaneth Noreña Aguirre maritzanorena@gmail.com,
Geraldine Gutiérrez Arteaga geraldine.gutierrez@gmail.com,
Daniela Aguirre Orozco dania.o1293@hotmail.com,
Isabel Cristina Romaña isabelr1928@gmail.com,
Shirley Andrea Restrepo andrea.restrepo.m@hotmail.com,
Melisa Giraldo Montoya melisa20mgm@gmail.com,
Luz Aida García Pamplona juventus88@gmail.com,
Diana Marcela Orozco dmop282004@gmail.com,
Mariluz Arango Jaramillo mariluz_arango@hotmail.com,
Cristina López cristinalopezposada@gmail.com,
Juan Gabriel Rave juan0526.rave@hotmail.com,
Emerson Arias Castañeda aculla10@gmail.com
Felipe Forero aforess@gmail.com
Berni García Vasco b_garciavasco@yahoo.es

2. Misión:

SE-UNIPLURI es un espacio de formación teórico-práctico en cultura investigativa del Grupo UNIPLURIVERSIDAD, orientado a estudiantes activos de pre-grado de la Facultad de Educación que deseen aprender a investigar investigando con las comunidades académicas y no académicas, y se comprometan a fortalecer alguna de las líneas de investigación del grupo (pedagogía social, educación rural y educación superior), mediante la participación activa en proyectos que estén en curso o se pongan en marcha durante la permanencia en el espacio; el trabajo colaborativo en red y el compromiso ético-político con las regiones

3. Visión:

En el año 2014 SE-UNIPLURI será un semillero de investigación consolidado y reconocido por sus aportes al fomento de la cultura investigativa entre los estudiantes de pre-grado de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia.

       4Propósitos.

Consolidar el Semillero de Investigación del Grupo UNIPLURIVERSIDAD, conformado con estudiantes activos de distintas licenciaturas de la Facultad de Educación, que desde la comprensión de la mirada cualitativa del conocimiento le apuestan a otras formas de hacer y ser maestro desde el que hacer investigativo, buscando fortalecer la cultura investigativa entre los estudiantes de pre-grado, en torno a problemas relacionados con la pedagogía social, la educación rural y la educación superior, que son las líneas vigentes del Grupo.  En la primera etapa del proceso (semestres 2013-2 y 2014-1), estará conformado con educandos de las Seccionales de Medellín y Oriente. Posteriormente, se abrirá a las demás subregiones del departamento donde tenga presencia la Facultad de Educación. Además de los estudiantes de pre-grado, en el Semillero Unipluriversidad participan algunos egresados de las Licenciaturas de la Facultad que no han podido ingresar a un programa de posgrado, pero que están interesados en un proceso de formación continua en investigación desde las líneas del grupo.

5.  Antecedentes del semillero o del grupo de investigación que va orientar el semillero.

La sensibilidad cualitativa en el complejo mundo de la investigación reclama su lugar. Haberle arrebatado –desde el positivismo- la experiencia subjetiva a la investigación, significó perder el asombro por el entorno, representó expropiar de sentido a lo común, y apagar la llama de la curiosidad y la pregunta para dar paso al mundo de las abstracciones de la ciencia; en otras palabras, se implementaron unas narrativas o tecnologías de conocimiento para relacionarnos con el entorno. Lo anterior nos permite preguntarnos por la relación que existe entre investigación y formación; pareja que ha venido siendo explorada desde diferentes enfoques como alternativa que permita hacer de la investigación un encuentro con la experiencia cualitativa del sujeto en relación con el entorno cultural y social. En este sentido,  Se podría mencionar tres momentos vitales en la estructuración de la propuesta SE-UNIPLURI:

Inicialmente, partimos por ubicar las diversas experiencias de semilleros desarrolladas desde la Facultad de educación[1], en las cuales no nos detendremos, pero que son importantes reseñar porque señalan unos caminos importantes de trabajo transitados, y en los cuales el grupo UNIPLURIVERSIDAD ha participado en diversas ocasiones, dinamizando procesos significativos con resultados positivos.

El segundo momento, recoge las diversas apuestas que se han planteado desde la educación superior como investigación formativa. Al respecto, existen los grupos de estudio, que se reúnen con determinada intensidad semanal para profundizar sobre un tema de interés; los grupos de discusión que, en su gran mayoría, se centran en un tema determinado, el cual es motivo de discusión y debate, bien sea a través de internet o en encuentros académicos u otros; el grupo redactor de textos, que se centra en la construcción de un texto básico donde los participantes hacen cambios y reformas y paralelo a este proceso cada integrante participa en su formación a través de la investigación, discusión y estudio de otras temáticas.  También existen otras experiencias de investigación-formativa, como las tesis de grado y los cursos de metodología de investigación CNA (1998). Más recientemente, se encuentran las prácticas profesionales, las monitorias o auxiliarías de investigación y los jóvenes investigadores; estos últimos tienen como estrategia más común, la de ser vinculados a proyectos de investigación en marcha donde aprenden de un investigador(a) experimentado(a). En síntesis, el segundo momento se refiere a la importancia que reviste el debate sobre investigación formativa, que existe en el país. Para Restrepo (2003), investigación formativa es aquella en la que el/la estudiante de pregrado, son preparados en sentido estricto en investigación científica, pero esto no les exige resultados en sentido de participar en publicaciones científicas. En otras ocasiones la investigación formativa da cuenta del proceso de formación continua, esto es, actualización o refinamiento de la formación del investigador/ra experimentados, como por ejemplo en la capacitación de un nuevo Software (Conversación con Restrepo).

Una característica de todas estas experiencias de investigación formativa es que se realizan por fuera del currículo y se diferencian del Semillero de Investigación, en que en este último, el/la estudiante de pregrado se vincula al grupo, a partir de una pregunta de investigación que surge de su propio interés y se centra en algo vital: la propia experiencia-vivencia del sujeto[2] (Oquendo, González & Castañeda, 2001) mientras que las otras, por lo general, son lideradas por investigadores con experiencia. En ese sentido, desde la propuesta de Semillero de investigación del grupo UNIPLURIVERSIDAD, entendemos la investigación formativa, como aquel proceso no pasivo que alude a la construcción de conocimientos no sólo en el trabajo dentro del aula, sino también aquella que guarda analogías con la investigación en sentido estricto, pero que se preocupa por el empoderamiento del sujeto en la medida en que éste cuestiona la forma y la manera como se concibe, se aborda y se transmite  el conocimiento. 

Es importante recordar lo anterior, porque nos permite, en primer lugar, comprender la propuesta de Semilleros de investigación como un esfuerzo por el fomento y construcción de la cultura investigativa; aclarar la importancia de la construcción colectiva del conocimiento y comprender el saber científico como saber etnocéntrico (eurocéntrico); nos permite reconocer la investigación como un proceso de formación que busca empoderar al sujeto, partiendo de una continua reflexión sobre el sí mismo en relación con su entorno;  y acerca a los participantes a una mejor comprensión de lo que somos y hemos sido, al diálogo entre saberes y a la creación de espacios diversos que permitan discusiones que promuevan la participación y el reconocimiento de las diferencias de género, de origen, de clase social, de edad, religiosas, físicas y hasta el respeto por otras formas de conocer el mundo.

El tercer y último momento, se corresponde con otra de las apuestas que viene haciendo actualmente el grupo UNIPLURIVERSIDAD, en el sentido de aportar a la construcción de comunidades académicas territoriales, desde un trabajo colaborativo en red, crítico y reflexivo, vinculado con los territorios, articulado a la indagación social cualitativa, a la pedagogía social y al contexto cultural, que genere una nueva cultura de la investigación, donde las búsquedas individuales y grupales estén orientadas hacia el bien común y la defensa de lo público como patrimonio de todas y todos.

6. Temáticas y/o problemática específica de investigación coherentes con las líneas de investigación del grupo que orienta el semillero. 

Por ser un grupo de investigación diverso en su conformación, y como apuesta formativa y temática, el semillero de investigación del grupo UNIPLURIVERSIDAD se avizora como campo de formación investigativa, en el que se destacan diversos temas relacionados con las líneas de investigación del grupo (Pedagogía Social, Educación Rural y Educación Superior).

Desde el Grupo UNUPLURIVERSIDAD, concebimos el proceso del semillero como una experiencia crítica, razón por lo cual se promueve la investigación formativa a partir de cambios conceptuales y morales en los educandos. En este sentido, desde la generación y desde las formas en que se concibe el conocimiento, podemos afirmar que el aprendizaje que tiene lugar, se construye desde las propias necesidades, pertinencias y sobre las propias estructuras cognitivas (cualidades como la curiosidad, cooperación, perseverancia, una mentalidad abierta, autocrítica, responsabilidad, auto confianza, autodisciplina e independencia) son complementarias de las habilidades investigativas, en donde lo principal es ayudar y alentar a los educandos a aprender como aprender, a desarrollar su propia habilidad para pensar, y a desarrollar una vida activa de interrogación desde su propia realidad.

De esta manera las temáticas y/o problemáticas específicas de investigación desde el Semillero de Investigación tienen una importante función de potenciación de ideales; en este sentido, actúa como una estrategia de protección, que se construye a base de dignidad personal, integridad, valores, desarrollando una crítica de sí mismo y de la situación en que se encuentra, no sólo el contexto sino también las personas. No se trata de una centralización en el sujeto a la deriva, sino de una centralización que implica la negociación permanente. Tampoco se trata de renunciar al aprendizaje establecido desde la instrucción sino que el conocimiento cumple un papel mediador, un papel más activo; es así como la filosofía que se pone de relieve es una teoría constructivista del aprendizaje (Vigotsky, 1979; Escobedo, 1996 & Castorina, 1996) y un aprendizaje cooperativo (Wells, 2001).

La fuerza principal del Semillero de Investigación es que desarrolla una captación o comprensión de lo que proporciona sentido al conocimiento, en este orden de ideas aspira menos a enseñar a los educandos acerca de un tema, y más a alentarlos a ser escritores creativos de sus propias realidades. Para ello, se presupone unas relaciones educador-educando negociadas, contrastando con los modelos tradicionales de control propuestos desde el aula regular. Es así que procede como experiencia critica en tanto es una experiencia de dimensiones cualitativas, donde las concepciones sobre conocimiento e investigación son puestas en discusión, introduciendo a los sujetos en la pregunta por las formas de conocer y ubica a la ciencia como un sistema de conocimiento propio de la cultura. 

Ahora bien, las profundas transformaciones sociales que se están dando en el ámbito local, regional, nacional e internacional, obliga a acercar a las y los integrantes del semillero, a las nuevas posibilidades que emergen para leer las actuales dinámicas sociales, los modernos contextos educativos, el surgimiento de nuevos patrones de vida, y la generación de nuevas mediaciones y formas de socialización que necesariamente replantean la comprensión de la actual crisis de la escuela y su institucionalidad, y la necesidad de accionar en otros contextos y escenarios educativos como la familia, las comunidades, las organizaciones; que permitan construir nuevas o renovadas estrategias para leer la realidad educativa, social y cultural de los niños, los jóvenes, los adultos, los adultos mayores, las mujeres cabeza de familia y las comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, desplazados, reinsertados, entre otros (Rodriguez, 2013). 

En ese sentido, y desde la perspectiva del Grupo UNIPLURIVERSIDAD, se considera relevante abordar como temática y/o problemática de investigación específica en el Semillero, las posibilidades de la pedagogía social[3] en Medellín y el Oriente Antioqueño, en contextos formativos escolares y no escolares, en la educación superior y en escenarios diferentes a los académicos. La pedagogía social como campo de  fundamentación de la práctica educativa social precisa hoy más que nunca de investigadores y académicos con posiciones críticas frente a enfoques curriculares y didácticos predeterminados, que al ser concebidos desde la exterioridad de los escenarios educativos, generalmente, por parte de planificadores del currículo, desconocen los rasgos propios de los contextos y de los sujetos hacia los que se dirigen (Ramirez, 2013).

 7.  Estrategias metodológicas que den cuenta del proceso   formativo  en investigación de los estudiantes. 

Las estrategias metodológicas que dan cuenta del proceso formativo del Semillero de Investigación se desarrolla bajo las directrices de una pedagogía que trabaja con base en preguntas concretas de los educandos, con los cuales se ocupa desde una didáctica que parte de la interacción oral, de la conversación que retroalimenta, que se preocupa por la experiencia del estudiante. Se busca que el estudiante aprenda a investigar vivenciando tres momentos interrelacionados: uno de romance, otro de aventura libre -donde experimentan y descubren a través de “la presión”-, y un último,  de libertad. No son momentos lineales, sino que unos con otros se fusionan en contextos diferentes. El método consiste en buscar una estructura soporte para el propio aprendizaje del estudiante, basado en sus propias necesidades, intereses y relevancias; no consiste por tanto en dirigir sino en conducir por seguimientos.

En este orden de ideas, el aprendizaje y el desarrollo que tienen lugar no son periféricos o superficiales, sino centrales y radicales; por tanto, se preocupa en buscar una visión holística de la investigación y el conocimiento, incluyendo no sólo las formas racionales del pensamiento dominantes en el currículo oficial, sino también una experiencia estética y un pensamiento poético. Sobre esta base se plantean tres de los componentes teóricos-pedagógicos que estructuran el componente de investigación-formativa del Semillero de Investigación.

En primer lugar, se encuentran aquellas reflexiones que le apuestan a la construcción de un diálogo más democrático entre educandos, educadores y la misma institución; en este sentido podemos mencionar como componente central, la apuesta por el sujeto que establece la pedagogía crítica, en la medida que procura llevar a los educandos más allá del mundo que ya conocen, centrando sus bases en la formación de un sujeto crítico que hace preguntas a su contexto, tomando vital importancia la curiosidad, en tanto que es a partir de allí, que el estudiante confronta sus saberes previos y se moviliza hacia conocimientos menos convencionales. En este aspecto, se hace énfasis en el interés y compromiso que todos y cada uno de los integrantes del Semillero de Investigación debe poner en el proceso formativo-investigativo. Esto es posible cuando han escogido estar allí guiados por su interés y por el gusto de conocer el problema que han decidido investigar; en este sentido, existe la posibilidad de participar y construir espacios más democráticos y participativos en el proceso formativo, cuestionando la realidad inmediata y ampliándola para potenciar las preguntas, volviéndolas más críticas y cada vez más coherentes en relación con el contexto.  En síntesis, desde el enfoque de la pedagogía crítica, la investigación-formativa, incorpora lo que se ha denominado una política de la diferencia, en el sentido de que existen distintas formas de leer el mundo y distintas formas de producirlo. Esta opción pedagógica elegida, se sitúa en medio de las representaciones simbólicas del sujeto, planteando cuestiones acerca de qué significa y cómo se incorpora la investigación en la vida cotidiana del sujeto

Desde la pregunta por la vida cotidiana, aparece el segundo presupuesto teórico-pedagógico que estructura el componente de investigación-formativa del Semillero de Investigación, y hace referencia a algunos de los postulados del enfoque socio-constructivista de Vigotsky (1979). Este componente se encuentra inserto en una metodología activa y participativa, esto es, una metodología de inclusión, la cual procura que el/la estudiante desarrolle las habilidades específicas para pensar en forma autónoma, esto se expresa en dos aspectos, a saber: el primero, mediante el diseño y construcción de una propuesta de investigación individual o colectiva, que propicia la participación activa, crítica, reflexiva y propositiva con los otros miembros del grupo;  y el segundo, en la interacción de los sujetos, específicamente en la construcción de relaciones de comunicación horizontales, llegando  el grupo a ser un facilitador-orientador en la construcción de conocimiento y de los aprendizajes, buscando el desarrollo de capacidades críticas que partan de una comunicación reflexiva, propiciando la confrontación permanente con otras posturas, con el fin de lograr acuerdos y la estructuración de una posición argumentada y autónoma frente al conocimiento.

Lo anterior está relacionado con uno de los aportes didácticos más valiosos de este enfoque, la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), definida como “la distancia entre el nivel real del desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz”. Esto significa tener en cuenta las cualidades de ese “par más competente” (educandos y educadores), para que el proceso de aprendizaje sea más efectivo. (Vigostky, 1979:141).

De esta manera, se admite la subjetividad del conocimiento en tanto éste no es copia de la realidad pero tampoco es producto de la mente, sino que depende de la “construcción adaptativa que del mundo hace cada sujeto, en consonancia con sus propios conocimientos y experiencias” (Escobedo, 1996). Visto así, el enfoque socio-constructivista, se convierte en el segundo presupuesto teórico-pedagógico del componente de investigación-formativa del Semillero de Investigación, en tanto nos  informa sobre cómo el sujeto conoce o construye el conocimiento, cambiando la relación sujeto-objeto, y llevándonos a transformar la manera como relacionamos y concebimos la investigación. 

Como colofón del componente de investigación-formativa, se encuentra la propuesta analítica de los estudios poscoloniales, en tanto el conocimiento es considerado como algo que circula a través del tiempo por medio de innumerables discursos que se han desarrollado, acumulado, puesto en duda y revisado. El conocimiento no lo ubicamos solamente como producto, sino como algo que se puede lograr “haciendo y comprendiendo lo que se hace”, además de “diciendo y comprendiendo lo que se dice” (Wells, 2001).

En la base de esta elección, se encuentra la búsqueda de procesos formativos que remuevan el eurocentrismo epistemológico y el etnocentrismo del conocimiento y sus consecuencias en el desarrollo de las potencialidades de los numerosos grupos sociales y culturales que pueblan el planeta. Desde esta búsqueda, el sujeto aprende a relacionar, interpretar, comprender y de-construir los imaginarios alrededor de la realidad, buscando a su vez, generar otras formas de ser y de actuar en su interacción con el conocimiento; ésta es una aproximación cualitativa que al igual que los otros dos presupuestos enunciados, trasciende la mirada pasiva del sujeto.
 
De lo anterior se desprende que la persona construye sus esquemas en relación con el entorno, y, en este sentido, explora nuevas alternativas de formación, tratando de responder a preguntas relativas a las problemáticas del contexto. Se trata, entonces, de una transformación que tiende a dejar atrás la adquisición de conocimientos que han sido culturalmente producidos desde discursos hegemónicos. En este sentido, promociona un cambio en la participación de los educandos en la construcción del conocimiento, cambios expresados en función de un dominio cada vez mayor de los procesos del discurso, cambios expresados en la interiorización de la cultura investigativa de manera crítica y cambios expresados en la comprensión de su entorno y de los temas y problemas tratados.

Abordar el tema de investigación-formativa desde la mirada de los estudios poscoloniales es importante para saber qué estamos produciendo, a quiénes se está silenciando, a quiénes se toma en cuenta, cuál es el significado del conocimiento producido y cómo se presuponen particulares visiones de desarrollo, ciencia y progreso.

De este modo, en el Semillero de Investigación confluyen la epistemología, la sociología y la pedagogía, dando paso a diversas formas de comprender y de percibir las diferentes dimensiones e incidencias de la realidad (Castorina, 1996); asimismo, el conocimiento es asumido como permanente descubrimiento mediante su ubicación dentro de un contexto, explorándolo y descubriéndolo, permitiendo el reconocimiento de otras perspectivas a los problemas y preguntas presentes, cultivando la complejidad desde la lógica de los argumentos y el razonamiento creativo. De igual manera se da preponderancia a la cultura, como una fuerza epistemológica, como un lugar donde las identidades y el poder se están transformando y concertando continuamente. 

Para terminar, el componente de investigación-formativa, es una búsqueda que trata de plasmar la multiplicidad de sueños e intereses acerca de un mundo mejor, de prácticas que ayudan a crearlo a través de la escucha a los demás, a escuchar la voz de los otros, sintiéndose implicados con la imaginación, el deseo, la historia y la experiencia, lo que provee recursos a través de los cuales las personas aprenden a pensar acerca de sí mismas y a relacionarse con los demás y con el mundo que les rodea, en lugar de simplemente esperar a que se les diga como educandos qué es lo que deben hacer.

A pesar de la diversidad de definiciones que existen sobre evaluación, desde este semillero la evaluación es entendida como intención y  búsqueda con miras a comprender los cambios en lo personal, lo académico y lo formativo de los y las educandos que participarán de la propuesta investigativa y formativa del Semillero de Investigación. La perspectiva que nos interesa abordar aquí parte del interés por comprender dichos cambios; para ello se estará alerta a las manifestaciones, percepciones e imaginarios de los y las estudiantes durante todo el proceso formativo; es por ello que el proceso evaluativo se entenderá como una construcción permanente en la cual se acepten giros según los eventos que sucedan.

Entendida de esta manera, la evaluación es la posibilidad para que el grupo observe con  otros ojos los obstáculos y las búsquedas de las personas que participan de la experiencia; es una búsqueda de sentido y un modo de ver desde otro lugar, el entramado mundo de la experiencia humana, siendo posible la transformación de la concepción misma de evaluación, puesto que intentará ir más allá de las dicotomías en las que se enmarcan tradicionalmente las formas de evaluar, buscando en los obstáculos las potencialidades que están ocultas.



[1] Desde el año 1999, la Facultad de Educación de la UdeA, ha venido dinamizando la construcción y fortalecimiento de experiencias de semilleros de investigación, algunas con mayor relevancia que otras, pero no por eso menos importantes,  entre las cuales destacamos: En 1999, la “Coordinación de Semilleros”, de la profesora Zayda Sierra; en el 2000, la experiencia desarrollada por los profesores Gabriel Murillo, Alberto Echeverri, y la profesora Angélica Serna; en el 2001, el proceso coordinado por el profesor Rodrigo Jaramillo; entre el 2002 y el 2004, el trabajo realizado por profesor  Félix Berrouet, coordinador actual del grupo UNIPLURIVERSIDAD, del cual se derivó una tesis de maestría, y se generó una experiencia piloto en regiones entre el 2005 y el 2008. Actualmente, se encuentran en desarrollo, un proyecto CODI liderado por la profesora Rosa María Bolívar sobre las experiencias de Semilleros de Investigación en Colombia, y los proyectos de semilleros que fueron aprobados en convocatoria de la Facultad de Educación en el año 2012. Otro antecedente importante, fue el apoyo brindado por la Facultad de Educación para la creación en el año 2001  del Semillero de Investigación de Universitarios Indígenas, coordinado por la profesora Marifelly Gaitán, del cual hay una publicación del 2004 titulada “Aproximación a la dinámica del Semillero de Investigación de estudiantes Indígenas de la Universidad de Antioquia”, Serie Pedagogía y Diversidad Cultural. Voces Indígenas Universitarias. Expectativas, Vivencias Y Sueños. Grupo de Investigación DIVERSER. Pp. 365 – 431.
[2] La experiencia-vivencia, se inscribe en los postulados de la pedagogía crítica, en tanto se pregunta por el ser en su contexto (Henry Giroux, Peter Mcklaren y otros), reconoce la transformación positiva de las experiencias del sujeto, esto es, aquella que tiene en cuenta las transformaciones que experimentan las personas en su interacción con la realidad inmediata y, aprovecha sus hallazgos sobre la marcha para afinar y comprender las creencias sobre algo (puede ser sobre la investigación), las prácticas y las maneras cómo se relaciona ese algo con el contexto inmediato.

[3] En tanto ciencia de la educación orientada a fundamentar teórica y prácticamente los procesos de educación social, que buscan favorecer el desarrollo integral de las personas y de los colectivos sociales (Caride, 2002: p.102).  

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